22 enero 2006

La cabeza del tío Thom


El alma de Radiohead es un alma atormentada. Todo en el grupo, las letras, las guitarras, los videoclips,...lo demuestran. Pero, ¿quién se esconde detrás de esa angustia? Seguramente, el tuerto Thom. Probablemente haya tenido parte de culpa a todo esto la parálisis facial que le caracteriza (la de collejas que se debió llevar el pobre en el colegio). La cuestión es que Radiohead ha hecho de ese tormento su bandera. Ya en el estribillo de su primer éxito que los catapultó a la fama, Creep, Thom deja claro lo que nos espera en su carrera musical:
Eres tan especial...pero yo..., yo soy un tío raro, soy un
capullo...¿qué demonios estoy haciendo aquí? No pertenezco a este lugar.
Sin embargo, quizás sea por eso, la creatividad del grupo me parece asombrosa. Tras Pablo Honey, nadie tenía demasiadas esperanzas en ellos. Parecían carne de la etiqueta "grupo de un single", pues se trataba de un trabajo correcto, con dos o tres grandes momentos (Stop Whispering y Anyone can play guitar? merecen también una mención especial), pero poco más.

Entonces Thom y compañía exigieron a gritos más reconocimiento. Aparece en 1995 The Bends, un gran disco de rock alternativo, con canciones memorables como Fake Plastic Trees, y el sensacional Street Spirit. Además, trabajan mucho en el campo del videoclip junto a Jonathan Glazer, con Just y Street Spirit, creando escuela.

Pero lo mejor estaba por llegar: llegó el dominio de la computadora. Los críticos se deshacían en elogios, se etiquetó el album como uno de los mejores lanzamientos del año, 1997. Realmente, OK Computer es un disco inolvidable, una escucha obligada para todo amante del rock, con una tremenda originalidad, virtud poco frecuente en este estilo. Muy difícil destacar una canción sobre otra, exceptuando quizás The Tourist, algo aburrida, que no resulta un tema que concuerde con el espíritu del resto del disco. Desde Paranoid Android, entendible como dos canciones en una, pasando por Exit Music, con una guitarra y batería sobrecogedoras, y No surprises, una bonita nana, hasta alcanzar el clímax con Climbing up the Walls, con la distorsionada voz de Yorke retumbando en los oídos, veo el disco difícilmente superable. Quizás sea criticable el orden en que están situadas las canciones en el LP, pero no es nada que el botón SHUFFLE de nuestro reproductor no pueda solucionar. Genial el videoclip de Paranoid Android, por cierto.

Lo que vino después puede entenderse como un desprecio hacia el éxito obtenido, o una oportunidad para la experimentación con el crédito hasta entonces conseguido. La realidad es que Kid A y Amnesiac son muy diferentes a los trabajos anteriores. Aunque se nota la esencia de Radiohead en Optimistic, Piramid Song , Knives Out o Everything in its Right Place, creo que estamos escuchando algo completamente diferente. Las guitarras casi desaparecen, la voz se distorsiona más de lo que probablemente fuera de desear, la electrónica y los sintetizadores entran en las canciones como un tren de mercancías,... Parece otro grupo, otra historia, más parecido a Aphex Twin que a R.E.M. Alguien me dijo una vez, hablando sobre esto: " Esto lo hacen Blur y los crucifican"...

Después del intrascendente disco de caras B I might be Wrong: Live Recordings, Radiohead vuelven: Hail to the Thief supone un medio camino entre Kid A y OK Computer. La percusión parece de nuevo tocada por un ser humano y no por una máquina, vuelven las guitarras con fuerza. No abandonan la senda experimental, pero ahora sí parece que saben hacia dónde se dirigen. Probablemente éste sea el sonido que buscaban en su travesía por la electrónica. There there, Go to Sleep, Where I End and You Begin, Myxomatosis, A Wolf at The Door... el disco tiene canciones geniales, que, a mi gusto, convierten a Hail to the Thief en el mejor álbum de Radiohead tras OK Computer, a pesar de un par de cortes que recuerdan a la época Kid A. Quien perdió el interés por el grupo tenía una estupenda excusa para recuperarlo. Habían vuelto. Y esperemos que se queden mucho tiempo.

Pero Thom Yorke no es sólo cabeza de radio. Es más que eso. Su creatividad ha colaborado para, normalmente, engrandecer trabajos de otros, similares o no a su estilo, dejando un reguero de canciones, por lo menos, interesantes. Su popularidad lo lleva a trabajar con Björk, Sparklehouse (versionando Wish You Were Here), Drugstore, y en la banda sonora de Velvet Goldmine. Pero yo destacaría especialmente las que a mí me parecen sus dos mejores colaboraciones: This Mess We're In, con PJ Harvey, con un gran final cantado a duo, y Rabbit in Your Headlights, de U.N.K.L.E., uno de los experimentos de DJ Shadow. Una canción genial con un videoclip, también obra de Glazer, "impactante"...

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