05 octubre 2009

Camellos del rock

Los yonquis musicales necesitamos mercancía continuamente. Probamos casi de todo. Estos son solamente dos de los proveedores con el más variado género, todo él de calidad:

Maynard James Keenan es un personaje extraño. Pero además, es el corazón de Tool, una de las bandas más aplaudidas del metal alternativo actual: la enorme influencia en las bandas de su entorno y su legión de discretos seguidores lo atestigua. Puedes zambullirte en cualquiera de sus cuatro álbumes durante horas y horas, sin dejar de encontrar matices exquisitos e inesperados. Un grupo de culto, imprescindible, que supera cada trabajo anterior con el siguiente.

La escasa producción de Tool es debida a partes iguales a la insaciable búsqueda de la perfección del sonido de estudio, y a los contínuos “affaires” de Keenan: A perfect circle es uno de sus proyectos paralelos, en donde rebaja el sonido industrial de Tool y se rodea de colaboradores como Billie Howerdel, también procedente de Tool, Jeordie White, ex bajista de Marilyn Manson, y James Iha, ex guitarrista de Smashing Pumpkins, entre otros. Tanto Mer de Noms como Thirteenth Step aportan el estilo inconfundible de Keenan/Howerdel al rock progresivo de principios de siglo.

Pero Maynard es un culo inquieto, que no sabe cómo mantenerse sentado en su sillón del estudio. Por eso en 2007 decide lanzarse a una aventura más arriesgada: comienza por escoger un nombre horrendo para su nuevo proyecto, Puscifer, y se atreve con la electrónica industrial. V for Vagina es un disco inclasificable, oscuro, retorcido, pero hipnótico y sorprendente a la vez.

Parece que siempre es conveniente mantenerse alerta ante los movimientos de este gurú del sonido progresivo e industrial, pues siempre parece tener algo mejor guardado en los bolsillos.

Queens of the Stone Age no es un grupo tan sesudo como Tool. El bueno de Josh Homme no tiene muchas pretensiones intelectuales, al menos no tantas como Keenan. Al fin y al cabo, debe pensar, esto no es más que rock and roll. Macarras, borrachos, irreverentes, el stoner rock sería insoportable sin ellos, seamos sinceros. Pero no hay que equivocarse, su desparpajo y cachondeo no les impide mostrar unas dotes soberbias para la composición musical, que muestran con orgullo en sus álbumes y actuaciones.



Pero el grandullón de Josh es en realidad bastante vago, y aunque le encanta pavonearse en el escenario, prefiere que algún otro le dicte las notas que debe tocar. Por eso de vez en cuando se divierte tocando ¡la batería! con Eagles of Death Metal, que, por supuesto, no tienen nada de death, ni de metal. Al más puro estilo ZZTop con sonidos garage, baila al son de su bigotudo amigo Jesse “the Devil” Hughes, al que indudablemente le hubiera encantado nacer 25 años antes, a pesar de que ya ahora parece viejo (será la mala vida). Diversión a raudales, por supuesto.

Pero ojo, Josh sigue enamorado del escenario, así que ha decidido montarse otro tinglado junto a Dave Grohl (ex Nirvana y líder de Foo Fighters, otro buen proveedor, aunque demasiado orientado al “mainstream” para mi gusto) y - atención - el eterno John Paul Jones, ex bajista de los insignes Led Zeppelin. Ahí es nada. Them Croocked Vultures se llamará el sarao y es, por supuesto, uno de los lanzamientos más esperados de 2010 finales de 2009.

Pero a veces también hay que ponerse serios, ¿verdad Josh?, sobre todo cuando trabajas para otros. Y aquí aparece su labor como productor. Su mano intangible se nota de manera inconfundible en lo nuevo de Arctic Monkeys, Humbug, un trabajo mucho más maduro, oscuro, y completo - e interesante, a mi parecer - que los predecesores discos de estos músicos promiscuos (y brillantes, tampoco les quitemos mérito…)

Actualización: Ya se puede escuchar Polar Bear, el nuevo EP de Puscifer que saldrá a la venta el 10 de Noviembre. Además, Them Croocked Vultures nos dejan escuchar dos temas de su nuevo disco, a la venta el 17 de Noviembre: New Fang y Mind Eraser, No Chaser.
Qué buena pinta tiene todo...