15 febrero 2006

Buscando

¿Dónde estará…?

Revuelvo cada uno de los cajones empolvados de la casa, en busca de la garantía de algún cacharro del demonio, que parecía indestructible en el momento de su compra.

Me da la sensación de haber abierto ese armario veinte veces en los últimos cinco minutos…y, de repente, lo encuentro: un viejo cassette.

Sin caja, sin nombre, sin etiqueta.

En ese momento, reflexiono, por primera vez en un buen rato: la maldita tostadora puede esperar.

Rebobino, presiono el botón, y escucho, ansioso. Oigo los primeros acordes, con un sonido apagado, cochambroso, sucio. Pero es suficiente para comenzar a recordar, y entonces sonrío. Cierro los ojos, mi mente empieza el viaje, y disfruto del camino.

1 comentario:

Atticus Finch dijo...

Las cintas, como agujeros de gusano, te transportan a recuerdos perdidos, a escenas que se diluyeron hace tiempo, a tiempos donde una canción te definia.

Una vez más Velvet, has acertado; las cintas giran a la velocidad de los recuerdos