28 noviembre 2006

La La La

La inciativa La La La. Parece que la idea original proviene de aquí.


23 noviembre 2006

Alucinaciones

Choose life. Choose a job. Choose a career. Choose a family. Choose a fucking big television, choose washing machines, cars, compact disc players, and electrical tin openers. Choose good health, low cholesterol and dental insurance. Choose fixed- interest mortgage repayments. Choose a starter home. Choose your friends. Choose leisure wear and matching luggage. Choose a three piece suite on hire purchase in a range of fucking fabrics. Choose DIY and wondering who you are on a Sunday morning. Choose sitting on that couch watching mind-numbing spirit- crushing game shows, stuffing fucking junk food into your mouth. Choose rotting away at the end of it all, pishing your last in a miserable home, nothing more than an embarrassment to the selfish, fucked-up brats you have spawned to replace yourself. Choose your future. Choose life... But why would I want to do a thing like that? I chose not to choose life, I chose something else. And the reasons? There are not reasons. Who needs reasons when you have heroin?
Algunos habréis reconocido este texto como el comienzo de la fabulosa Trainspotting (en inglés) (en castellano), y de la que podría decir, una de las mejores películas europeas de los últimos 20 años, pero como no tengo ni idea de cine, prefiero ahorrarme ese comentario. No he encontrado una mejor introducción para adentrarme en la faceta más oscura del rock’n roll: las drogas. Una afición que llevó a la tumba a un inmenso número de artistas (la lista es interminable). Se pueden encontrar infinidad de canciones con alusiones a la ingestión de drogas, sus efectos, e incluso en contra de ello. Por eso, me ha apetecido recoger en este comentario algunas de las que creo más relevantes, más sorprendentes, más interesantes; no hay ningún otro propósito. Alcohol, marihuana, ácidos, setas, anfetaminas, speed, cocaína, crack, heroína,… cualquier cosa vale. Feliz viaje.
¿Y mis fuentes? No hay fuentes. ¿Quién necesita fuentes cuando tienes wikipedia?

The Beatles – Lucy in the Sky with Diamonds
La archifamosa canción más controvertida de los grandes entre los grandes. Todos los miembros de los Beatles han negado sin cesar los rumores de las alusiones a las drogas en sus canciones, además de negar su consumo. En este tema hablan de “cielos de mermelada”, “flores de celofán”, “taxis de periódicos”, o “porteros de plastilina con corbatas de cristal”. Pero hay mucho más escondido: El título encaja con el acrónimo LSD (ácido altamente alucinógeno), y Lucy es uno de los sobrenombres típicos de dicho alucinógeno. Lennon explicó el título de la canción hablando de que su hijo trajo un día un dibujo de una amiga suya del colegio, Lucy, y lo tituló “in the sky with diamonds” (aquí se puede ver). Se podrían escribir libros enteros de esta canción. Por eso es estupenda. Por eso, y por ser la primera en canción de rock en donde se utilizaban dos métricas diferentes, 3/4 para la mayor parte de la canción, y 4/4 para el estribillo.


Pink Floyd – Shine on you Crazy Diamond
El grupo escribió este tema faraónico para honrar al genial Syd Barret, miembro fundador del grupo, cuya adicción a las drogas lo llevó a abandonar el grupo, y después a la abstracción y la locura. Se trata de uno de los homenajes más sentidos de la historia del rock. “Crazy diamond” se refiere a la canción anterior, y a la adicción de Barret al LSD, entre otras drogas. La canción dura más de 30 minutos, divididos en 2 cortes del álbum Wish you were here.

The Rolling Stones – Sister Morphine
Una desgarrada balada, en donde una sobredosis acaba mandando a su protagonista al hospital suplicando por un pinchazo de morfina (“Please, Sister Morphine, turn my nightmares into dreams”) a “médicos sin cara”, para poder esperar la muerte sin dolor. Una canción escrita en su totalidad por Marianne Faithful, la gran diva de Mick Jagger, y relacionada con su adicción a la heroína, que probablemente podría ser biográfica tanto para Jagger como para Keith Richards. Se encuentra en el genial álbum Sticky Fingers, todo él repleto de alusiones, explícitas o sutiles, al consumo de drogas. Una versión alternativa sugiere que el protagonista sufre un accidente de coche en vez de una sobredosis, pero esto poca gente se lo cree.


David Bowie – Space Oddity
Esta canción posee múltiples interpretaciones. La más extendida, y la más obvia, es que está basada en 2001: a space odyssey, la novela de Arthur C. Clarke y posterior película de Kubrick. Esto es muy cierto. Pero también hay otros hechos muy ciertos: la canción es de 1969, en plena época adictiva de Bowie. El protagonista de la canción, el astronauta Major Tom, pierde contacto desde su nave espacial con el control de tierra, algo interpretado como una desconexión de la humanidad mediante la ingestión de drogas. Además, al principio de la canción Major Tom toma unas píldoras ("take your protein pills and put your helmet on") y más adelante unos versos parecen sugerir que sufre efectos alucinógenos ("and I'm floating in a most peculiar way / and the stars look very different today"). La canción puede simbolizar un “mal viaje”, del que el protagonista es incapaz de recuperarse y volver a la realidad.


The Velvet Underground – Heroin
Lou Reed es uno de los personajes más enamorados de la droga en la música moderna. A pesar de ello, aún sigue con vida, y produciendo buenos discos. Este tema es absolutamente crudo, sin ningún doble sentido, sin ninguna doble interpretación. Se trata de una canción de amor a la heroína (“she’s my wife, and she’s my life”), repleta de nihilismo absoluto hacia todo lo que le rodea (“And you can't help me now, you guys/And all you sweet girls with all your sweet talk/You can all go take a walk”), y dispuesto a afrontar todas las consecuencias (“I’m gonna try to nullify mi life […] Heroin, be the death of me […] and then I’m better off and dead”) Además, demostraba ser consecuente inyectándose dosis en algunos conciertos.



J. J. Cale / Eric Clapton – Cocaine
Una de las pocas canciones en contra del consumo de drogas. Famosísima, alcanzó la fama cuando Clapton la versionó, pues la original era de J. J. Cale, y los medios musicales de la época decidieron no buscarse problemas (pues también puede entenderse como una oda a la cocaína, algo que Clapton se encargó de desmentir más adelante, incluso refiriéndose en sus conciertos a ella como “that dirty cocaine”). Pero cuando un artista de la talla de Clapton la hizo suya, no tuvieron más opción.


The Red Hot Chili Peppers – Under the bridge
Escondida en una supuesta canción homenaje a Los Ángeles, la ciudad natal de los miembros del grupo, lo cual es cierto, se encuentran referencias muy claras a la época adictiva de Anthony Kiedis, empezando por el propio título, que se refiere a los chutes de heroína que se inyectaba bajo un puente junto con un miembro de la mafia mejicana, y en el verso (“Under the bridge downtown/Is where I drew some blood”).

En algún momento, continuará…

21 noviembre 2006

The speed of sound

La música recorre deprisa 300 kilómetros. Concretamente, tarda 14.7 minutos. Y de entre todos esos ecos veloces, se encuentran algunos interesantes. Algunos, además, tienen carta de presentación:



3 discos. El último, Máquinas románticas. Gran instrumentación y mucho sentido del humor para la gran sensación del glam rock español. Ya están aquí Circodelia, nena… cortesía de 300 kilómetros, y a partir de ahora, de los 40 principales.

13 noviembre 2006

Mostrando el interior

Al final se descubren. Muse entierra su dependencia de Radiohead y firma un álbum memorable. Ya no cuesta reconocerlos. Un disco de sonidos épicos, limpios y eléctricos, densos de instrumentación y con Bellamy desatado en su expresión sentimental, abandonando la ñoñería. Han encontrado su sitio. La joya, un videoclip hortera y de chiste para Knights of Cydonia, una canción muy seria.


08 noviembre 2006

Treinta sueños

Los treinta mejores discos políticos de la historia (según Mondosonoro). Recomiendo los cuatro primeros, el octavo y, por supuesto, el decimoctavo.

06 noviembre 2006

No mires a la luz...


Follow the city lights ha traído revuelo. El cambio de rumbo de Dover no parece haber contentado a sus fans de toda la vida. La inclusión de percusión y sonidos discotequeros se les ha atragantado. Se ha hablado de giro comercial a su música, de una traición a su estilo, de decepción, de ridículo…

Ardo en deseos de hacer unos cuantos comentarios al respecto:

Lo primero es que yo solamente conozco un disco de Dover que NO sea comercial, y es el primero, Sister; que por cierto me parece el de menor calidad, debido especialmente al inglés de Amparo, bastante patatero (por suerte, ha mejorado muchísimo en ese aspecto con los años). Y este último disco no me parece más comercial que el resto (tampoco entiendo muy bien por qué este hecho ha de hacerlo mejor o peor).
También he de decir que tampoco tengo mucho aprecio por el sonido Dover “de toda la vida”. Creo que Devil came to me es un disco realmente bueno, y bastante comercial, por cierto, pero el resto pasan sin pena ni gloria por mi reproductor… y precisamente uno de los grandes defectos que pienso que tienen es que son fotocopias los unos de los otros. Así que romper con el sonido “de toda la vida” es lo mejor que podían haber hecho, desde mi punto de vista.
Además, tampoco es para tanto: el que diga que los Dover de ahora no tienen nada que ver con los de antes, una de dos: o no ha escuchado los discos anteriores, o no ha escuchado el nuevo. Las mismas guitarras siguen siendo preferentes, la voz y las letras son similares, incluso en Shine on me o Dear McCartney tienen baladas resultonas, de esas que tan buen resultado les ha dado y que saben hacer tan bien, Salvation recuerda a Loli Jackson terriblemente, y etcétera.
El disco es de fácil y agradable escucha, y aunque suene un pelín repetitivo, desde luego tiene elementos nuevos que se agradecen, aunque sin pasarse.

Vale, hasta aquí lo bueno. Pasemos a lo malo:

Se nota que no tienen nada de soltura con la componente electrónica. En general suena correctito, pero a veces la percusión me recuerda al disco pop & dance del Blanco y negro mix
Menos de 35 minutos a 15 o a 18 euros. Calculad el precio del minuto.
Espero que algún día se den cuenta de su error y canten en castellano.
El vídeo musical de Let me out es cutre hasta decir basta. Y en este caso sí que reconozco que parece especialmente diseñado para los 40 TV. Juzgad vosotros mismos.

En resumen, creo que el disco se merece una escucha. Y en esa escucha se oye lo bueno y lo malo de Dover. El problema es que a veces lo malo supera con creces lo bueno. Que cada uno escoja con lo que se quiere quedar.

02 noviembre 2006

El tejido industrial

A pesar de tener sus orígenes en los años setenta (su nombre originario es derivado de las discográfica Industrial Records, creada por el grupo Throbbing Gristle), la explosión definitiva de la música industrial tiene dos nombres propios de la década de los ochenta: Ministry y Nine Inch Nails.

Ministry fueron pioneros en fusionar el más puro sonido punk británico y thrash americano con elementos de una floreciente música electrónica, elaborando un sonido tremendamente inaccesible, repleto de sonidos mecánicos, distorsión, bases muy electrónicas y voces de ultratumba. A destacar su disco The land of rape and Money. Su escucha es compleja, pero se puede adivinar su valentía y la gran influencia que este grupo ha tenido en diversos estilos y conjuntos posteriores, desde el hardcore al jungle, y por supuesto en el rock moderno.

Ahí es donde Nine Inch Nails toma el relevo. Utilizando la electrónica, pero con un papel algo más secundario, Trent Reznor y compañía pueden considerarse en gran medida los padres de la variedad industrial del rock, el, obviamente, rock industrial. Un verdadero grupo de culto, en donde las guitarras tienen un papel preferente, pero, a pesar de su distorsión, con un sonido limpio, con melodías diferenciadas, en ocasiones pausadas y en otras frenéticas, con una voz potente que marca el tempo de las canciones, susurrante a menudo y desgañitándose cuando hace falta. No faltan las canciones instrumentales con gran descarga emotiva, ni la crítica política despiadada. Reznor, es de hecho, un personaje polémico. Pongo como ejemplo la gala de MTV 2005, en la que pretendía actuar con una imagen de George W. Bush en las pantallas a su espalda, interpretando The hand that feeds; sin embargo, esto no gustó a los organizadores, y ante la negativa de su petición, renunció a la actuación, declarando: “aparentemente, la imagen de nuestro presidente le resulta tan ofensiva a la MTV como lo es para mí”(más aquí). Da la impresión de que todo en ello es apasionado. No hay que perderse sus discos Pretty Hate machine y The Fragile. Un grupo absolutamente imprescindible.

Otro de los gurús es, sin duda, Maynard James Keenan, o lo que es lo mismo, Tool. Si hay alguna palabra que defina este grupo es “matices”. Todas sus composiciones están repletas de ellos, cada sonido que parece azar está exactamente donde debería estar, todo está pensado. El trabajo de estudio en este conjunto es siempre soberbio. Más progresivos que NIN, aquí las guitarras son más pesadas, lentas, complejísimas, repletas de detalles. El bajo cobra mucha importancia, contundente. Maestros del palm muting, dominadores por completo del ritmo de la canción, capaces de elaborar temas de 11 minutos sin aburrir. Ænima, Lateralus y 10000 days, su trabajo de este año, son auténticas perlas. Una versión algo más descafeinada de ellos es A Perfect Circle, con Maynard también como cabeza visible.

Otros grupos de sonido industrial pueden ser Filter (¿os suenan de la banda sonora de Spawn?), Mi Life with the Thrill Kill Kult, y Queensrÿche; con un sonido más electrónico, Meat Beat Manifesto o Atari Teenage Riot (aunque estos últimos rozando el hardcore).

La variante más famosa sin ninguna duda del estilo industrial es el metal industrial. Se trata de apretar un poco más, de aumentar distorsión, fuerza, ritmo y agresividad, pero tampoco sin mucho exceso. Esto último es, precisamente, a mi modo de ver, su gran virtud: llegar al límite sin rebasarlo. Para mí es el estilo más interesante de todo el metal. Y los grupos que todo el mundo conoce son Marilyn Manson, Rammstein o Fear Factory.

El mejor disco para aproximarse a este estilo (algo que reconozco que no es fácil) es una banda sonora, The Matrix. Un estilo musical que encaja perfectamente, desde mi punto de vista, con la estética y temática de la película. Y para muestra, os dejo la canción de Rob Zombie que suena en la escena de la discoteca en la cual Neo conoce a Trinity (¿recordáis?: Follow the white rabbit…)


19 octubre 2006

21 septiembre 2006

Despegando, vol. III

Hace mucho tiempo del último despegue, y muchos quedaron atrás. Pero ignorando esta gran brecha temporal, volvemos al presente:

Lanzamientos (posiblemente) interesantes de las últimas, o próximas, semanas:

- Audioslave: Revelations. Tercer disco del supergrupo americano. No tiene muy buena pinta tras un par de escuchas ligeras…

- Basement Jaxx: Crazy Itch Radio. Cuarto disco de unos grandes del House (y son londinenses, por supuesto).

- Kasabian: Empire. Recomendado para los fans de Oasis. Éste es un grupito muy pero que muy interesante. Es su segundo disco. Y se acaban de quedar sin guitarrista, así que si alguien tiene arte de tunero con la bandurria, ya sabe lo que tiene que hacer…

- Mastodon: Blood Mountain. “Blood Mountain is everything fans both hoped for and feared”. Con un metal complejísimo, vuelven más relajaditos, pero igual de indomables, y ¡oh sorpresa! No son nórdicos, son estadounidenses.

- Muse: Black Holes & Revelations. Este disco ya salió en Junio, pero hombre, para uno bueno de verdad que hacen… hasta hace poco, eran (únicamente) conocidos por su gran habilidad de clonación con Radiohead (es un decir).

- Mushroomhead: Savior sorrow. Estimados fanáticos de Slipknot: lo lamento, el rollito de las máscaras no se lo inventaron vuestros adorados amiguitos; fueron éstos otros.

- Primal Scream: Riot City Blues. Gran disco de Gillespie y compañía, mucho más rockero que lo acostumbrado últimamente. Aumentan más y más su leyenda.

- DJ Shadow: The outsider. Su nombre es sinónimo de revolución. El hombre de las remezclas imposibles vuelve con su tercer largo. Todavía no lo he disfrutado, pero casi todo lo que toca este tipo se convierte en brillante.

- Tortoise: A Lazarous Taxon. Reconocido y exótico grupo de rock “instrumental”. Por lo visto, no es éste uno de sus mejores discos. Estoy descubriéndolos ahora.

- Yo La Tengo: I am not afraid of you & I will beat your ass. Nuevo disco de los popitos más elegantes; bastante más divertidos que Belle & Sebastián, dicho sea de paso.

12 septiembre 2006

Los ojos cerrados y los oídos abiertos

Thom Yorke, esa genial mente atormentada, sacó en Julio su primer disco en solitario, The Eraser. Este álbum tendrá, para muchos, una grandísima virtud: Que NO es el nuevo disco de Radiohead. Pero a otros nos gusta escarbar un poco más en su mirada perdida.

Se trata, en parte, de una vuelta a las andadas de Kid A y Amnesiac, de su cabeza de radio. Melodías para el lucimiento de su inmejorable voz y composición, completamente envueltas en ese halo electrónico tan misterioso e inconfundible que sólo él y sus secuaces, para bien o para mal, saben crear. Con la diferencia de que esta vez camina sin su banda, pero de la mano de su productor de toda la vida, Nigel Godrich.

Experimentando como casi nadie en el rock, y mucho más allá, parece moverse en mundos diferentes al resto de sus colegas contemporáneos, y, con frecuencia, da con la tecla. Otras veces, no. Y The Eraser está compuesto de ambas posibilidades. En su mayor parte, requiere algo de concentración en la escucha, pero aún así no alcanza los niveles de abstracción a los que anteriormente nos forzaba. Los grandes momentos, reservados para Harrowdown Hill, Analyse y And it rained all night. La metafísica, para Cymbal Crush y Atoms for Peace.

You will be dispensed when you become inconvenient

31 agosto 2006

Amor a quemarropa

Superándose a sí mismos, dejando atrás su antigua pose andrógina y glam, ya tan manida, y dando un golpe de mano a base de ambientes lúgubres, profesionalidad, rabia y autoflagelación, Placebo me ha desarmado. Y es que Meds es soberbio.

Me ha molestado enormemente el encumbramiento que han recibido Brian Molko y los suyos a lo largo de los años, disco tras disco, adorados, hasta la náusea desde mi punto de vista, por grandes voces de las revistas musicales más influyentes. Y precisamente en este nuevo trabajo, que ha gustado y desagradado a cantidades iguales, es cuando me han disparado a quemarropa, han conseguido emocionarme y hacerme disfrutar como pocos discos lo han logrado.

Una acertadísima mezcla de sonido acústico y eléctrico, y con la voz de Alison Mosshart de The Kills en Meds, se abre el disco de forma espectacular. Su estilo característico, pero a un nivel altísimo, en Post Blue, One of a Kind y Because I want you, absolutamente intrascendente la actuación de Michael Stipe (R.E.M.) en Broken Promise (probablemente la más floja del disco), baladas desgarradas como Follow the Cops Back Home, Blind o Pierrot the Clown, estremecedor Molko en Space Monkey, y el final perfecto en Song to Say Goodbye. Y todas suenan de maravilla en directo. Aquí hay cuatro o cinco canciones monumentales, que nunca te cansas de escuchar. Y tal vez, con un poco de suerte, te sucede con todo el disco, como a un servidor.


29 agosto 2006

Un juego divertido

El colega Giskard (pistolas para los amigos), me ha invitado, desde su pedacito de sílice, a participar en un entretenido jueguecito:

Instrucciones:

- Elige tu banda, grupo o cantante favorito y responde solo con los títulos de sus canciones.


Invitado por: Giskard

COMIENZO:

Cuestionario hecho por: Un punki de terciopelo

Banda o grupo favorito: Bunbury

1 . ¿ Eres hombre o mujer?: La señorita hermafrodita

2 . Descríbete: El aragonés errante o El extranjero

3. ¿Qué sienten las personas cerca de ti?: Contradictorio

4. ¿Cómo te sientes?: Anidando liendres

5. ¿Como describirías tu anterior relación sentimental?: Los restos del naufragio

6. Describe tu actual relación con tu novi@ o pretendiente: La chica triste que te hacía reir

7. Donde quisieras estar ahora: Lejos de la tristeza

8. ¿Cómo eres respecto al amor?: Hermosos y malditos

9. ¿Cómo es tu vida?: Bailando con el enemigo

10. ¿Qué pedirías si tuvieras sólo un deseo?: Lo que queda por vivir

11. Escribe una cita o una frase famosa: Que no sepa tu mano izquierda lo que haga la derecha

12. Ahora despídete: ...Y al final... que tengas suertecita...

Estáis invitados a jugar.

10 agosto 2006

Imagine

Una versión alternativa de Imagine, de John Lennon, llevada a cabo por un gran humorista.


El vínculo está aquí.

31 julio 2006

FIB. Capítulo IV: Violines, coronas, tristeza, y adiós...

¡El día grande! La condición física es verdaderamente preocupante (sin noticias de la almohada todavía), pero, ya no nos queda más que un día. Empezamos fuerte, y pronto: el gran Yann Tiersen, a las 20:00 h, y en el escenario Fiberfib (el segundo mayor) No es el entorno ideal para su música, y él lo sabe. Por ello, recurre mucho a las guitarras – de hecho, 5 diferentes, el técnico de sonido va como loco – en detrimento del resto de sus instrumentos para tratar de solventarlo. Aunque, desde luego, escuchar Monochrome en clave de guitarra no la desmerece en absoluto. Rodeado de muy buenos músicos, su originalidad no parece tener límites (¿es posible sacar música de un taladro?) Cuando empuña el violín, la carpa se tambalea, tocando con una pasión tremenda, el arco de crines se deshilacha por momentos, aplausos hasta desgastarnos las manos… También se emplea de maravilla con el xilófono, pero desgraciadamente no aparece ni el piano ni el acordeón, algo que lamento profundamente. Un gran concierto, pero aún mejorable si el marco hubiera sido otro. A pesar de todo, se lleva una ovación tremenda.

Tras engullir un Cous Cous vegetariano que me sabe a gloria junto con un litro cervecil, me dirijo yo solito a ver a Madness, que hace un concierto virtuoso y divertido (no entiendo cómo no les dio un golpe de calor ahí mismo, con traje y corbata), pero sin exageraciones. Eso sí, genial We are the Madness. Vuelve Guille, y nos planteamos como objetivo acercarnos lo más posible al escenario, ya repleto media hora antes, para disfrutar de… ¡Depeche Mode!

Y como dice Guille, Depeche Mode no hacen un concierto de festival; les importa poco el marco en que se encuentran, que Placebo vengan después…montan un show a su manera, de hora y tres cuartos, el más largo del festival. Y qué concierto: mezclando los temas de Playing the angel con maravillas como Walking on my shoes, Stripped, Personal Jesus (menuda actuación), World in my eyes, Enjoy the silence…el festival se rinde a sus pies, a todos se nos contagia la energía de Dave Gaham, que nos hace vibrar sin parar, ¡incluso le cantamos el Cumpleaños Feliz a Martin Gore!... Otro conciertazo para el recuerdo.

Pero es que ¡aún queda Placebo! Conseguimos acercarnos más, y con con 25 minutos de retraso, Brian Molko y compañía comienzan con Because I want you…creo. Otro concierto impresionante. Basado en la primera parte en Meds, su nuevo trabajo, uno de los discos del año, la ejecución ralla la perfección, a pesar de la escasa interacción con el público. Se me eriza la piel con Follow the cops back home y Song to say goodbye, el grupo me traspasa su infinita y emotiva tristeza, a mí a y a la mitad de la audiencia. Sin ser brillante, el concierto ha sido tremendamente profesional, explotando al máximo la calidad de su último trabajo y entremezclando clásicos como Special K y Every You Every Me, dándonos la puntilla con Blind. Nunca fueron santo de mi devoción, pero tras este fantástico Meds y su tremenda profesionalidad en directo, me descubro ante ellos.

Es entonces, a las 2:30, con Jennifer Cardini de fondo, cuando me doy cuenta de que llevo más de 6 horas deambulando por el recinto, sin descanso, sin sentarme siquiera, escuchando una música absolutamente sobresaliente. El cansancio ha pasado a formar parte de los mismos huesos, pero la sensación es tremendamente agradable. Físicamente arruinados, nos dirigimos como zombis hacia la tienda, y allí nos dejamos caer totalmente hipnotizados por los dos últimos días maravillosos que hemos vivido.

Pero me resisto a que esto termine, y tras una pausa de avituallamiento, saco fuerzas para acercarme, otra vez solo (aunque luego me enteré de que Guille también estuvo allí), para envolverme una última vez del maravilloso ambiente del festival, y para escuchar a unos infumables The Rakes, que trato de sacar rápidamente de mi cabeza para no arruinar el agradable embrujo musical que me rodea y me envuelve.

La degeneración física es total, vuelvo a la tienda sobre las 6 de la mañana. Estoy acabado, pero tremendamente orgulloso de haber asistido a uno de los espectáculos más importantes e irrepetibles de la música moderna en nuestro país.

Por favor, que nadie me despierte.

28 julio 2006

FIB. Capítulo III: Franz'n Roll!

Seguimos acumulando falta de sueño; a las 9, el Sol nos saca a patadas del invernadero en que se ha convertido nuestra tienda. Volvemos a recurrir a la sal y la arena, con poco éxito. Hoy se trata del supuesto día flojo del festival. Y ya que el cansancio comienza a hacer estragos, ninguno de los primeros artistas despierta mi interés.

Pero viene Morrisey a las 21:00. Con su peculiar estilo, su pop imprime un aura tremendamente melancólica y sentida al anochecer. Cada canción desprende un sabor agridulce, pero encantador. Se nota la voz y el lápiz de un gran músico de los de antes, de eso no hay duda. “We will sing you one more song and then we will leave you in the darkness”, se despide. Y menuda despedida, 10 minutos de canción, en donde los instrumentos se retiran uno por uno hasta quedar un desnudo piano que cierra un concierto tremendamente emotivo…tras semejante descarga sentimental, no queda sino echar un buen trago para recuperarse. Por el camino se ha quedado Jay Jay Johanson: típico ejemplo de daño colateral.

El casi infinito cansancio nos hace perdernos, desgraciadamente, The Kooks. Pero no se nos pueden escapar Franz Ferdinand, sintiéndolo verdaderamente en el alma por Nada Surf (¿qué mente perversa ha decidido los horarios de hoy?).

Y lo de Franz Ferdinad es de otra dimensión: desde el primer segundo hasta el último el concierto es un espectáculo insuperable, el público totalmente entregado (¿30000 personas?) a un rock ‘n roll superior, demoledor, fiestero, ¿hemos vuelto a los setenta? Retumba el escenario con The Fallen, seis baquetas golpean a la vez la batería, This Boy nos deja a todos roncos, las guitarras suenan imposibles, ¡si hasta nos ponemos tiernos con Matinee!… Se le podrán encontrar peros a sus discos de estudio, pero durante el concierto tenía la agradable sensación de asistir a los primeros pasos de un supergrupo con mayúsculas, con el mejor directo del momento sin ninguna duda. Take me Out y Do you want to, absolutamente indescriptibles, revientan el festival, uno de los mejores conciertos a los que nunca he asistido. Me dejan con la boca abierta durante horas…

Y tras este monumento rockero, volvemos al mundo sintetizado. Todavía alucinado, entro en la carpa electrónica para escuchar a 2manyDj’s; esto es un no parar: menudo show que tenían montado estos dos. El gozo no tiene fin esta noche, las remezclas de Daft Punk y The Prodigy, el sudor, la sonrisa colectiva,… aunque parezca otra cosa se trata de música en estado puro. Alex Smoke mantiene el momento, hasta cierto punto. Mi mente quiere escuchar a Hell, pero el cuerpo ya ha tomado una decisión irrefenable…a la “cama”.

Un día memorable. Y tiene que ser hoy el día en que se me olvida la cámara…