13 noviembre 2006

Mostrando el interior

Al final se descubren. Muse entierra su dependencia de Radiohead y firma un álbum memorable. Ya no cuesta reconocerlos. Un disco de sonidos épicos, limpios y eléctricos, densos de instrumentación y con Bellamy desatado en su expresión sentimental, abandonando la ñoñería. Han encontrado su sitio. La joya, un videoclip hortera y de chiste para Knights of Cydonia, una canción muy seria.


08 noviembre 2006

Treinta sueños

Los treinta mejores discos políticos de la historia (según Mondosonoro). Recomiendo los cuatro primeros, el octavo y, por supuesto, el decimoctavo.

06 noviembre 2006

No mires a la luz...


Follow the city lights ha traído revuelo. El cambio de rumbo de Dover no parece haber contentado a sus fans de toda la vida. La inclusión de percusión y sonidos discotequeros se les ha atragantado. Se ha hablado de giro comercial a su música, de una traición a su estilo, de decepción, de ridículo…

Ardo en deseos de hacer unos cuantos comentarios al respecto:

Lo primero es que yo solamente conozco un disco de Dover que NO sea comercial, y es el primero, Sister; que por cierto me parece el de menor calidad, debido especialmente al inglés de Amparo, bastante patatero (por suerte, ha mejorado muchísimo en ese aspecto con los años). Y este último disco no me parece más comercial que el resto (tampoco entiendo muy bien por qué este hecho ha de hacerlo mejor o peor).
También he de decir que tampoco tengo mucho aprecio por el sonido Dover “de toda la vida”. Creo que Devil came to me es un disco realmente bueno, y bastante comercial, por cierto, pero el resto pasan sin pena ni gloria por mi reproductor… y precisamente uno de los grandes defectos que pienso que tienen es que son fotocopias los unos de los otros. Así que romper con el sonido “de toda la vida” es lo mejor que podían haber hecho, desde mi punto de vista.
Además, tampoco es para tanto: el que diga que los Dover de ahora no tienen nada que ver con los de antes, una de dos: o no ha escuchado los discos anteriores, o no ha escuchado el nuevo. Las mismas guitarras siguen siendo preferentes, la voz y las letras son similares, incluso en Shine on me o Dear McCartney tienen baladas resultonas, de esas que tan buen resultado les ha dado y que saben hacer tan bien, Salvation recuerda a Loli Jackson terriblemente, y etcétera.
El disco es de fácil y agradable escucha, y aunque suene un pelín repetitivo, desde luego tiene elementos nuevos que se agradecen, aunque sin pasarse.

Vale, hasta aquí lo bueno. Pasemos a lo malo:

Se nota que no tienen nada de soltura con la componente electrónica. En general suena correctito, pero a veces la percusión me recuerda al disco pop & dance del Blanco y negro mix
Menos de 35 minutos a 15 o a 18 euros. Calculad el precio del minuto.
Espero que algún día se den cuenta de su error y canten en castellano.
El vídeo musical de Let me out es cutre hasta decir basta. Y en este caso sí que reconozco que parece especialmente diseñado para los 40 TV. Juzgad vosotros mismos.

En resumen, creo que el disco se merece una escucha. Y en esa escucha se oye lo bueno y lo malo de Dover. El problema es que a veces lo malo supera con creces lo bueno. Que cada uno escoja con lo que se quiere quedar.

02 noviembre 2006

El tejido industrial

A pesar de tener sus orígenes en los años setenta (su nombre originario es derivado de las discográfica Industrial Records, creada por el grupo Throbbing Gristle), la explosión definitiva de la música industrial tiene dos nombres propios de la década de los ochenta: Ministry y Nine Inch Nails.

Ministry fueron pioneros en fusionar el más puro sonido punk británico y thrash americano con elementos de una floreciente música electrónica, elaborando un sonido tremendamente inaccesible, repleto de sonidos mecánicos, distorsión, bases muy electrónicas y voces de ultratumba. A destacar su disco The land of rape and Money. Su escucha es compleja, pero se puede adivinar su valentía y la gran influencia que este grupo ha tenido en diversos estilos y conjuntos posteriores, desde el hardcore al jungle, y por supuesto en el rock moderno.

Ahí es donde Nine Inch Nails toma el relevo. Utilizando la electrónica, pero con un papel algo más secundario, Trent Reznor y compañía pueden considerarse en gran medida los padres de la variedad industrial del rock, el, obviamente, rock industrial. Un verdadero grupo de culto, en donde las guitarras tienen un papel preferente, pero, a pesar de su distorsión, con un sonido limpio, con melodías diferenciadas, en ocasiones pausadas y en otras frenéticas, con una voz potente que marca el tempo de las canciones, susurrante a menudo y desgañitándose cuando hace falta. No faltan las canciones instrumentales con gran descarga emotiva, ni la crítica política despiadada. Reznor, es de hecho, un personaje polémico. Pongo como ejemplo la gala de MTV 2005, en la que pretendía actuar con una imagen de George W. Bush en las pantallas a su espalda, interpretando The hand that feeds; sin embargo, esto no gustó a los organizadores, y ante la negativa de su petición, renunció a la actuación, declarando: “aparentemente, la imagen de nuestro presidente le resulta tan ofensiva a la MTV como lo es para mí”(más aquí). Da la impresión de que todo en ello es apasionado. No hay que perderse sus discos Pretty Hate machine y The Fragile. Un grupo absolutamente imprescindible.

Otro de los gurús es, sin duda, Maynard James Keenan, o lo que es lo mismo, Tool. Si hay alguna palabra que defina este grupo es “matices”. Todas sus composiciones están repletas de ellos, cada sonido que parece azar está exactamente donde debería estar, todo está pensado. El trabajo de estudio en este conjunto es siempre soberbio. Más progresivos que NIN, aquí las guitarras son más pesadas, lentas, complejísimas, repletas de detalles. El bajo cobra mucha importancia, contundente. Maestros del palm muting, dominadores por completo del ritmo de la canción, capaces de elaborar temas de 11 minutos sin aburrir. Ænima, Lateralus y 10000 days, su trabajo de este año, son auténticas perlas. Una versión algo más descafeinada de ellos es A Perfect Circle, con Maynard también como cabeza visible.

Otros grupos de sonido industrial pueden ser Filter (¿os suenan de la banda sonora de Spawn?), Mi Life with the Thrill Kill Kult, y Queensrÿche; con un sonido más electrónico, Meat Beat Manifesto o Atari Teenage Riot (aunque estos últimos rozando el hardcore).

La variante más famosa sin ninguna duda del estilo industrial es el metal industrial. Se trata de apretar un poco más, de aumentar distorsión, fuerza, ritmo y agresividad, pero tampoco sin mucho exceso. Esto último es, precisamente, a mi modo de ver, su gran virtud: llegar al límite sin rebasarlo. Para mí es el estilo más interesante de todo el metal. Y los grupos que todo el mundo conoce son Marilyn Manson, Rammstein o Fear Factory.

El mejor disco para aproximarse a este estilo (algo que reconozco que no es fácil) es una banda sonora, The Matrix. Un estilo musical que encaja perfectamente, desde mi punto de vista, con la estética y temática de la película. Y para muestra, os dejo la canción de Rob Zombie que suena en la escena de la discoteca en la cual Neo conoce a Trinity (¿recordáis?: Follow the white rabbit…)


19 octubre 2006

21 septiembre 2006

Despegando, vol. III

Hace mucho tiempo del último despegue, y muchos quedaron atrás. Pero ignorando esta gran brecha temporal, volvemos al presente:

Lanzamientos (posiblemente) interesantes de las últimas, o próximas, semanas:

- Audioslave: Revelations. Tercer disco del supergrupo americano. No tiene muy buena pinta tras un par de escuchas ligeras…

- Basement Jaxx: Crazy Itch Radio. Cuarto disco de unos grandes del House (y son londinenses, por supuesto).

- Kasabian: Empire. Recomendado para los fans de Oasis. Éste es un grupito muy pero que muy interesante. Es su segundo disco. Y se acaban de quedar sin guitarrista, así que si alguien tiene arte de tunero con la bandurria, ya sabe lo que tiene que hacer…

- Mastodon: Blood Mountain. “Blood Mountain is everything fans both hoped for and feared”. Con un metal complejísimo, vuelven más relajaditos, pero igual de indomables, y ¡oh sorpresa! No son nórdicos, son estadounidenses.

- Muse: Black Holes & Revelations. Este disco ya salió en Junio, pero hombre, para uno bueno de verdad que hacen… hasta hace poco, eran (únicamente) conocidos por su gran habilidad de clonación con Radiohead (es un decir).

- Mushroomhead: Savior sorrow. Estimados fanáticos de Slipknot: lo lamento, el rollito de las máscaras no se lo inventaron vuestros adorados amiguitos; fueron éstos otros.

- Primal Scream: Riot City Blues. Gran disco de Gillespie y compañía, mucho más rockero que lo acostumbrado últimamente. Aumentan más y más su leyenda.

- DJ Shadow: The outsider. Su nombre es sinónimo de revolución. El hombre de las remezclas imposibles vuelve con su tercer largo. Todavía no lo he disfrutado, pero casi todo lo que toca este tipo se convierte en brillante.

- Tortoise: A Lazarous Taxon. Reconocido y exótico grupo de rock “instrumental”. Por lo visto, no es éste uno de sus mejores discos. Estoy descubriéndolos ahora.

- Yo La Tengo: I am not afraid of you & I will beat your ass. Nuevo disco de los popitos más elegantes; bastante más divertidos que Belle & Sebastián, dicho sea de paso.

12 septiembre 2006

Los ojos cerrados y los oídos abiertos

Thom Yorke, esa genial mente atormentada, sacó en Julio su primer disco en solitario, The Eraser. Este álbum tendrá, para muchos, una grandísima virtud: Que NO es el nuevo disco de Radiohead. Pero a otros nos gusta escarbar un poco más en su mirada perdida.

Se trata, en parte, de una vuelta a las andadas de Kid A y Amnesiac, de su cabeza de radio. Melodías para el lucimiento de su inmejorable voz y composición, completamente envueltas en ese halo electrónico tan misterioso e inconfundible que sólo él y sus secuaces, para bien o para mal, saben crear. Con la diferencia de que esta vez camina sin su banda, pero de la mano de su productor de toda la vida, Nigel Godrich.

Experimentando como casi nadie en el rock, y mucho más allá, parece moverse en mundos diferentes al resto de sus colegas contemporáneos, y, con frecuencia, da con la tecla. Otras veces, no. Y The Eraser está compuesto de ambas posibilidades. En su mayor parte, requiere algo de concentración en la escucha, pero aún así no alcanza los niveles de abstracción a los que anteriormente nos forzaba. Los grandes momentos, reservados para Harrowdown Hill, Analyse y And it rained all night. La metafísica, para Cymbal Crush y Atoms for Peace.

You will be dispensed when you become inconvenient

31 agosto 2006

Amor a quemarropa

Superándose a sí mismos, dejando atrás su antigua pose andrógina y glam, ya tan manida, y dando un golpe de mano a base de ambientes lúgubres, profesionalidad, rabia y autoflagelación, Placebo me ha desarmado. Y es que Meds es soberbio.

Me ha molestado enormemente el encumbramiento que han recibido Brian Molko y los suyos a lo largo de los años, disco tras disco, adorados, hasta la náusea desde mi punto de vista, por grandes voces de las revistas musicales más influyentes. Y precisamente en este nuevo trabajo, que ha gustado y desagradado a cantidades iguales, es cuando me han disparado a quemarropa, han conseguido emocionarme y hacerme disfrutar como pocos discos lo han logrado.

Una acertadísima mezcla de sonido acústico y eléctrico, y con la voz de Alison Mosshart de The Kills en Meds, se abre el disco de forma espectacular. Su estilo característico, pero a un nivel altísimo, en Post Blue, One of a Kind y Because I want you, absolutamente intrascendente la actuación de Michael Stipe (R.E.M.) en Broken Promise (probablemente la más floja del disco), baladas desgarradas como Follow the Cops Back Home, Blind o Pierrot the Clown, estremecedor Molko en Space Monkey, y el final perfecto en Song to Say Goodbye. Y todas suenan de maravilla en directo. Aquí hay cuatro o cinco canciones monumentales, que nunca te cansas de escuchar. Y tal vez, con un poco de suerte, te sucede con todo el disco, como a un servidor.


29 agosto 2006

Un juego divertido

El colega Giskard (pistolas para los amigos), me ha invitado, desde su pedacito de sílice, a participar en un entretenido jueguecito:

Instrucciones:

- Elige tu banda, grupo o cantante favorito y responde solo con los títulos de sus canciones.


Invitado por: Giskard

COMIENZO:

Cuestionario hecho por: Un punki de terciopelo

Banda o grupo favorito: Bunbury

1 . ¿ Eres hombre o mujer?: La señorita hermafrodita

2 . Descríbete: El aragonés errante o El extranjero

3. ¿Qué sienten las personas cerca de ti?: Contradictorio

4. ¿Cómo te sientes?: Anidando liendres

5. ¿Como describirías tu anterior relación sentimental?: Los restos del naufragio

6. Describe tu actual relación con tu novi@ o pretendiente: La chica triste que te hacía reir

7. Donde quisieras estar ahora: Lejos de la tristeza

8. ¿Cómo eres respecto al amor?: Hermosos y malditos

9. ¿Cómo es tu vida?: Bailando con el enemigo

10. ¿Qué pedirías si tuvieras sólo un deseo?: Lo que queda por vivir

11. Escribe una cita o una frase famosa: Que no sepa tu mano izquierda lo que haga la derecha

12. Ahora despídete: ...Y al final... que tengas suertecita...

Estáis invitados a jugar.

10 agosto 2006

Imagine

Una versión alternativa de Imagine, de John Lennon, llevada a cabo por un gran humorista.


El vínculo está aquí.

31 julio 2006

FIB. Capítulo IV: Violines, coronas, tristeza, y adiós...

¡El día grande! La condición física es verdaderamente preocupante (sin noticias de la almohada todavía), pero, ya no nos queda más que un día. Empezamos fuerte, y pronto: el gran Yann Tiersen, a las 20:00 h, y en el escenario Fiberfib (el segundo mayor) No es el entorno ideal para su música, y él lo sabe. Por ello, recurre mucho a las guitarras – de hecho, 5 diferentes, el técnico de sonido va como loco – en detrimento del resto de sus instrumentos para tratar de solventarlo. Aunque, desde luego, escuchar Monochrome en clave de guitarra no la desmerece en absoluto. Rodeado de muy buenos músicos, su originalidad no parece tener límites (¿es posible sacar música de un taladro?) Cuando empuña el violín, la carpa se tambalea, tocando con una pasión tremenda, el arco de crines se deshilacha por momentos, aplausos hasta desgastarnos las manos… También se emplea de maravilla con el xilófono, pero desgraciadamente no aparece ni el piano ni el acordeón, algo que lamento profundamente. Un gran concierto, pero aún mejorable si el marco hubiera sido otro. A pesar de todo, se lleva una ovación tremenda.

Tras engullir un Cous Cous vegetariano que me sabe a gloria junto con un litro cervecil, me dirijo yo solito a ver a Madness, que hace un concierto virtuoso y divertido (no entiendo cómo no les dio un golpe de calor ahí mismo, con traje y corbata), pero sin exageraciones. Eso sí, genial We are the Madness. Vuelve Guille, y nos planteamos como objetivo acercarnos lo más posible al escenario, ya repleto media hora antes, para disfrutar de… ¡Depeche Mode!

Y como dice Guille, Depeche Mode no hacen un concierto de festival; les importa poco el marco en que se encuentran, que Placebo vengan después…montan un show a su manera, de hora y tres cuartos, el más largo del festival. Y qué concierto: mezclando los temas de Playing the angel con maravillas como Walking on my shoes, Stripped, Personal Jesus (menuda actuación), World in my eyes, Enjoy the silence…el festival se rinde a sus pies, a todos se nos contagia la energía de Dave Gaham, que nos hace vibrar sin parar, ¡incluso le cantamos el Cumpleaños Feliz a Martin Gore!... Otro conciertazo para el recuerdo.

Pero es que ¡aún queda Placebo! Conseguimos acercarnos más, y con con 25 minutos de retraso, Brian Molko y compañía comienzan con Because I want you…creo. Otro concierto impresionante. Basado en la primera parte en Meds, su nuevo trabajo, uno de los discos del año, la ejecución ralla la perfección, a pesar de la escasa interacción con el público. Se me eriza la piel con Follow the cops back home y Song to say goodbye, el grupo me traspasa su infinita y emotiva tristeza, a mí a y a la mitad de la audiencia. Sin ser brillante, el concierto ha sido tremendamente profesional, explotando al máximo la calidad de su último trabajo y entremezclando clásicos como Special K y Every You Every Me, dándonos la puntilla con Blind. Nunca fueron santo de mi devoción, pero tras este fantástico Meds y su tremenda profesionalidad en directo, me descubro ante ellos.

Es entonces, a las 2:30, con Jennifer Cardini de fondo, cuando me doy cuenta de que llevo más de 6 horas deambulando por el recinto, sin descanso, sin sentarme siquiera, escuchando una música absolutamente sobresaliente. El cansancio ha pasado a formar parte de los mismos huesos, pero la sensación es tremendamente agradable. Físicamente arruinados, nos dirigimos como zombis hacia la tienda, y allí nos dejamos caer totalmente hipnotizados por los dos últimos días maravillosos que hemos vivido.

Pero me resisto a que esto termine, y tras una pausa de avituallamiento, saco fuerzas para acercarme, otra vez solo (aunque luego me enteré de que Guille también estuvo allí), para envolverme una última vez del maravilloso ambiente del festival, y para escuchar a unos infumables The Rakes, que trato de sacar rápidamente de mi cabeza para no arruinar el agradable embrujo musical que me rodea y me envuelve.

La degeneración física es total, vuelvo a la tienda sobre las 6 de la mañana. Estoy acabado, pero tremendamente orgulloso de haber asistido a uno de los espectáculos más importantes e irrepetibles de la música moderna en nuestro país.

Por favor, que nadie me despierte.

28 julio 2006

FIB. Capítulo III: Franz'n Roll!

Seguimos acumulando falta de sueño; a las 9, el Sol nos saca a patadas del invernadero en que se ha convertido nuestra tienda. Volvemos a recurrir a la sal y la arena, con poco éxito. Hoy se trata del supuesto día flojo del festival. Y ya que el cansancio comienza a hacer estragos, ninguno de los primeros artistas despierta mi interés.

Pero viene Morrisey a las 21:00. Con su peculiar estilo, su pop imprime un aura tremendamente melancólica y sentida al anochecer. Cada canción desprende un sabor agridulce, pero encantador. Se nota la voz y el lápiz de un gran músico de los de antes, de eso no hay duda. “We will sing you one more song and then we will leave you in the darkness”, se despide. Y menuda despedida, 10 minutos de canción, en donde los instrumentos se retiran uno por uno hasta quedar un desnudo piano que cierra un concierto tremendamente emotivo…tras semejante descarga sentimental, no queda sino echar un buen trago para recuperarse. Por el camino se ha quedado Jay Jay Johanson: típico ejemplo de daño colateral.

El casi infinito cansancio nos hace perdernos, desgraciadamente, The Kooks. Pero no se nos pueden escapar Franz Ferdinand, sintiéndolo verdaderamente en el alma por Nada Surf (¿qué mente perversa ha decidido los horarios de hoy?).

Y lo de Franz Ferdinad es de otra dimensión: desde el primer segundo hasta el último el concierto es un espectáculo insuperable, el público totalmente entregado (¿30000 personas?) a un rock ‘n roll superior, demoledor, fiestero, ¿hemos vuelto a los setenta? Retumba el escenario con The Fallen, seis baquetas golpean a la vez la batería, This Boy nos deja a todos roncos, las guitarras suenan imposibles, ¡si hasta nos ponemos tiernos con Matinee!… Se le podrán encontrar peros a sus discos de estudio, pero durante el concierto tenía la agradable sensación de asistir a los primeros pasos de un supergrupo con mayúsculas, con el mejor directo del momento sin ninguna duda. Take me Out y Do you want to, absolutamente indescriptibles, revientan el festival, uno de los mejores conciertos a los que nunca he asistido. Me dejan con la boca abierta durante horas…

Y tras este monumento rockero, volvemos al mundo sintetizado. Todavía alucinado, entro en la carpa electrónica para escuchar a 2manyDj’s; esto es un no parar: menudo show que tenían montado estos dos. El gozo no tiene fin esta noche, las remezclas de Daft Punk y The Prodigy, el sudor, la sonrisa colectiva,… aunque parezca otra cosa se trata de música en estado puro. Alex Smoke mantiene el momento, hasta cierto punto. Mi mente quiere escuchar a Hell, pero el cuerpo ya ha tomado una decisión irrefenable…a la “cama”.

Un día memorable. Y tiene que ser hoy el día en que se me olvida la cámara…

25 julio 2006

FIB. Capítulo II: Viernes Electrofever

Esta vez el lleno es total. Exageradamente lleno. Demasiado lleno. Casi sin dormir por el calor, recuperamos fuerzas en la playita (media hora caminando) y comienza de nuevo nuestro festival con The Walkmen. Un grupo que no está mal, le echa pasión…pero no me convencen. El “rock adulto” siempre me ha resultado un poco aburrido, la verdad. Cambiamos al escenario verde y nos encontramos con The Futureheads. Nueva sorpresa agradable. Una auténtica descarga de adrenalina, un sonido más punkarra de lo esperado, sin mucha calidad pero con mucha energía y buen rollo con el público, algo que se echa en falta a menudo.

Es la hora de cenar… ¡y vamos a llegar tarde a los Pixies! Muchas prisas, muchísima gente, mucho calor, mucho agobio… tras 3 canciones, el concierto se detiene. Problemas en las primeras filas, una avalancha. Tras media hora de parón, el concierto sigue, sin ganas, sin chicha, con los grandes temas metidos con calzador. Me decepcionan notablemente. Eso sí, el gustito de escuchar seguidas Where is my mind, Here comes your man y Debaser no me lo quita nadie.

Empiezan Echo & The Bunnymen, sin interés para nosotros, por lo que procedemos a una parada etílica. Llegamos para el plato fuerte… ¡The Strokes! Un concierto genial, con mucha habilidad, pero muy breve, no más de 50 minutos. Grandes momentos con Is this It y Last Nite. Quizás nos faltó verlo más de cerca, vivirlo un poco más, es posible, pero la sensación, aun siendo muy buena, me deja un poco frío…

Nos vamos un ratito a la carpa Vodaphone, a escuchar un poquito de música enlatada, pero muy bien elegida. Volvemos para ver terminar a Manta Ray.

Y ahora, empieza la noche electrónica, con Ellen Alien & Apparat. Los alemanes emocionan con la sesión, con un techno potente pero también melodioso, y la diversión es total, disfruto como un enano. Después viene EL PERSONAJE de la jornada: Namosh, un tipo con sombrero mafioso y en calzoncillos “marianos” pegando botes por el escenario mientras Le Hammond Inferno, también alemanes, pinchan un electro bastante curioso… Las horas caen una tras otra sin darme cuenta, y tras un buen rato contemplando el espectáculo, nos dirigimos al escenario electrónico para ver a Green Velvet. “Mezcla de funky con techno”, dice el programa del festival… ¿Dónde coño está el funky? Es una tralla bestial, para dejarte exhausto, pero tiene su puntito divertido… Aguantamos hasta el final, y empieza Michael Mayer, y en la otra carpa Nathan Fake, pero yo ya estoy finiquitado… me retiro pasadas las seis y media, y caigo en la tienda como un saco de patatas.

24 julio 2006

FIB. Capítulo I: Jueves de tijeras

Aquí comienza mi visión apasionada, resacosa y totalmente parcial de mis vivencias musicales, junto con Guillermo, el maño, en el festival de Benicassim del 2006. Los cuatro capítulos se escribieron en su mayoría en momentos de descanso posteriores a cada uno de los días, y con un déficit de sueño preocupante, por lo que he tenido que hacer algún que otro retoque para que no se parezcan demasiado a los balbuceos y desvaríos de un loco legañoso, pues eso es en realidad lo que son. Lo intentaré suministrar a pequeñas dosis, para que sea más llevadero. Y es que cuando alguien tiene experiencias de este tipo, lo que más le apetece es contarlas.
Espero que os gusten.

CAPÍTULO I

Tras una mañanita playera de ansiosa espera, el FIB arranca. El primer día, de calentamiento, sin grupos estrella, tiene una ventaja: no hay coincidencias de cartel, no hay decisiones dolorosas que hacer.
Y por fin comienza, y comienza mal, con un absolutamente intrascendente Aldo Linares. Eso sí, nos sirve para comprobar la impresionante acústica del recinto, de sobresaliente alto. Tras Linares llega la primera sorpresa agradable, Sr. Mostaza, unos poperos completamente desconocidos para mí con un sonido simpático, fresco, y en ocasiones rockero. Luego aparece Teitur, un cantautor finlandés con aires de Beck… aburridísimo. La excusa ideal para irse a cenar; con la calma nos perdemos a Tom Verlaine, ex de Televisión.
Volvemos a tiempo para ver a The Sunday Drivers, grupo español de rock alternativo bastante chulo, pero el uso del inglés patatero los lastra irremediablemente. Más adelante, los primeros sonidos de Howe Gelb nos hacen huir despavoridos, casi sin darle oportunidad, a por un buen trago.

Y por fin, The Scissor Sisters. Gracias a un gran concierto hace dos años aquí en el FIB, vuelven como cabeza de cartel. ¿Cumplen las expectativas? Ya lo creo: un concierto absolutamente genial, eléctrico, rebosante de energía, calidad, sensualidad, simpatía… el primer gran éxtasis musical del festival. Con una estética glam y un sonido que en ocasiones recuerda a Jamiroquai, The Velvet Underground, y punk setentero, Scissor Sisters conquistan el escenario llevándose para casa una tremenda y merecidísima ovación. Superan con creces lo esperado. Se han ganado un nuevo fan. Un conciertazo que puede resultar irrepetible en todo el festival. A pocos minutos del orgasmo, entra como una ametralladora Erol Alkan, con un techno realmente pegadizo, con pinceladas de house. Sirve para alargar un poquito más el gran momento, y para disfrutar de 20000 personas bailando y disfrutando de la música sin parar... Cuando el amigo Erol se pone machacón machacón, es el momento de retirarse.


18 julio 2006

La marcha del gaitero a las puertas del amanecer


The black and green scarecrow as everyone knows
Stood with a bird on his hat and straw everywhere.
He didn't care.
He stood in a field where barley grows.

His head did no thinking
His arms didn't move except when the wind cut up
Rough and mice ran around on the ground
He stood in a field where barley grows.

The black and green scarecrow is sadder than me
But now he's resigned to his fate
cause life's not unkind - he doesn't mind.
He stood in a field where barley grows.
The Scarecrow. Syd Barret & Pink Floyd
"Tras pelear durante años con las secuelas de las drogas y con la diabetes, Syd Barret murió pacíficamente el 7 de Julio de 2006, a la edad de 60 años"

Hasta siempre.