25 diciembre 2006

Like a love machine

El legendario cantante estadounidense James Brown, conocido como "el padrino del soul", ha muerto hoy, a los 73 años, en un hospital de Atlanta, según ha informado su agente. Brown, pionero de la música soul y un revolucionario del ritmo, falleció a la 1.45 hora local (07.45, hora peninsular española) en el Emory Crawford Long Hospital, en el que había ingresado ayer a consecuencia de una neumonía severa.
Célebre por voz imponente y sus frenéticos movimientos, Brown se hizo famoso con títulos como I Got You (I Feel Good), Papa's Got a Brand New Bag, Please Please Please y Living in America.

En el momento de su muerte, Brown se encontraba junto a su amigo y compañero de trayectoria musical Charles Bobbit. Su sentido innovador del ritmo le convirtió en uno de los músicos estadounidenses con mayor influencia de la década de los 50, junto a nombres como Elvis Presley y Bob Dylan.
Se le considera no sólo el padre del soul, sino que su música contribuyó a crear estilos como el rap, el funky o la música disco. Mick Jagger, Michael Jackson y David Bowie, entre otros, reconocieron haberse inspirado en el legendario Brown.

En Navidad también suceden malas noticias. Despidámonos de él con una sonrisa:



Por otro lado, feliz Navidad a todos.

19 diciembre 2006

Víctimas

La minúscula parte de la humanidad que representamos es privilegiada. A pesar de ello, hay quien sufre despiadadamente. Otros, sin embargo, tenemos problemas algo más banales:



15 diciembre 2006

El lado salvaje

LOU REED PRESENTA 'BERLIN' 33 AÑOS DESPUÉS. El cantante y compositor neoyorquino interpretará por primera vez en directo 'Berlin', su segundo álbum en solitario, creado hace 33 años. Del 14 al 17 de diciembre, Lou Reed interpretará las 10 canciones del disco en el St. Ann's Warehouse de su Brooklyn natal. Las actuaciones han levantado un gran interés entre los seguidores del artista, hasta el punto de que las entradas están agotadas desde hace semanas. Para la ocasión, Reed ha preparado un montaje multimedia que le acompañará en el escenario para dar vida a 'Berlin', la historia de amor de dos drogadictos, Caroline y Jim, en la ciudad alemana que da nombre al disco. Reed trata en sus letras temas como la violencia doméstica, la adicción a las drogas, el adulterio, la prostitución o el suicidio.

Lou Reed, el príncipe del rock independiente, el adelantado a su tiempo, presenta una de sus grandes joyas con un poco de retraso. A pesar de ello, la gente está encantada. Y no es para menos: Berlin, junto con Transformer y el primer disco del inmortal grupo The Velvet Underground (que fundó con John Cale, Maureen Tucker y Sterling Morrison, y cuyo nombre proviene de un libro de sadomasoquismo), suponen un antes y un después en la historia de la música moderna. Pero, ya que al protegido de David Bowie nunca le gustaron los halagos ni las atenciones de los periodistas, no procede comentar nada más.

Un precioso fragmento de Berlin (atención a la letra, en el año 1973):


11 diciembre 2006

La canción más triste del mundo

Anyway, I can try anything it's the same circle leading to nowhere, and I'm tired now.

Anyway, I've lost my face, my dignity, my look, everything is gone, and I'm tired now.

But don't be scared, I found a good job and I go to work every day on my old bicycle you loved.

I am pilling up some unread books under my bed and I really think I'll never read again.

No concentration, just a white disorder everywhere around me, you know I'm so tired now.

But don't worry I often go to dinners and parties with some old friends who care for me, take me back home and stay.

Monochrome floors, monochrome walls, only abscence near me, nothing but silence around me.

Monochrome flat, monochrome life, only abscence near me, nothing but silence around me.


Sometimes I search an event or something to remind me, but I've really got nothing in mind.

Sometimes I open the windows and listen people walking in the down streets. There is a life out there.

But don't be scared, I found a good job and I go to work every day on my old bicycle you loved.

Anyway, I can try anything it's the same circle leading to nowhere and I'm tired now.

Anyway, I've lost my face, my dignity, my look, everything is gone and I'm tired now.

But don't worry I often go to dinners and parties with some old friends who care for me, take me back home and stay.

Monochrome floors, monochrome walls, only abscence near me, nothing but silence around me.

Monochrome flat, monochrome life, only abscence near me, nothing but silence around me.

Yann Tiersen - Monochrome


03 diciembre 2006

Cerezas y carbón

El supuesto experimento de dos de los pesos pesados nacionales tiene un claro vencedor. Bunbury & Vegas, El tiempo de las cerezas, veinte canciones, diez cada uno, en rigurosos turnos alternados. En un principio, se espera la gravedad de Vegas y el gamberrismo de Bunbury, pero éste último patina. Mientras que a Nacho Vegas la presencia de Bunbury le conduce a una evolución instrumental muy apreciable, al segundo la jugada le sale mediocre. Aún así, el maño tiene sus grandes momentos, como El callejón sin salida, Látex o En la espina dorsal del universo; porque, eso sí, cuando se pone, lo borda. El tedio se apodera del resto de los temas del showman, con letras muy enrevesadas que no consiguen transmitir mucho, además de poca originalidad en su música. Recuerda demasiado a El viaje a ninguna parte, viaje del que todavía no parece haber regresado.
El asturiano más indie se desata con un estilo más agresivo; tan pesimista como siempre, pero con un ritmo más vivo y más mala leche. Realiza un trabajo estupendo: una composición vocal sobresaliente, con unos estribillos tremendamente efectivos, por esta vez sin someter la instrumentación a la lírica, sino mucho más complementadas. Todas sus canciones tienen algo de esa magia que le falta a las del de Zaragoza. Muy curiosa Montenegra, con un estilo que recuerda a Yann Tiersen. También a destacar Días extraños, El cazador y una sobrecogedora Bravo (la original es del yucateco Luís Demetrio). Notable alto para Nacho. Enrique aprueba por los pelos.
Entre el dolor y la nada elegí el dolor