Para mí una Voll – Damm y ¿donde está Ibai? y vamos a cenar ya y otra Voll – Damm y voy al baño y aquí está Ibai y qué buen ambiente y no, no quiero entradas y no, no quiero entradas y no, no quiero entradas y estos se van a comer toda la reventa y ¿podremos colarnos abajo? y creo que voy a pillar otra lata de cerveza y ¿cachean a la puerta? y ¿qué hago con la cámara? y ya sabes dónde la voy a guardar y madre mía ¡qué tatuaje! y joder, al final no cachean y ¡ya estamos dentro! y ¿nos metemos en la pista? y ¿pero qué telonero es éste? y necesita canciones de otros para que la gente se mueva y me parece que va a haber que saltar y ¡hay que colarse como sea! y ¿probamos por el lado? y ¡eureka! y pues al final ha sido muy fácil y ¿vamos a por más cerveza? y un litro para cada uno, ¿no? y ¿los demás no han saltado? y vamos más cerca del escenario y ¿ya es la hora? y ya sabes que media hora de retraso es segura y esto está hasta arriba y ¡ya están aquí! y Can’t Stop y ¡qué chulas las luces! y ¡Dani California! y ¡qué calor! y mira cómo bota Flea y ¡Scar Tissue! y Mercedes, lo habrás visto bien desde arriba, ¿no? y Throw away your TV y Charlie y me parece que van a tocar Hey oh y ¡te lo dije! y ¡Frusciante es el puto amo! y creo que los de atrás me odian y con tanto salto me va a salir la cerveza por las orejas y ¿Iñigo, más cerveza? y Especially in Michigan y ¿qué dice de su cabeza? y Tell me Baby y la de delante te va a matar y Wet Sand y ¡By the Way! y ¡Under the Bridge! y ¡Dios mío, es Give it Away! y…¿ya está?, ¿¡Cómo que ya está!?...
Un buen concierto, las canciones nuevas suenan definitivamente mejor en directo, pero se echaban de menos alguna más de la etapa Blood Sugar Sex Magik. En cuanto a la duración, es lo que ha convertido un concierto que podría haber sido magnífico en un buen concierto. Hora y media para el primer concierto de la gira mundial, con casi veinte mil personas, me parece muy escaso. En cualquier caso, tienen buen directo, pero sin el toque gamberro que tenían antes (esto último lo digo sin conocimiento de causa in situ). Les faltó quizás también algo de conexión con el público. Eso sí, su calidad como músicos es innegable, especialmente Frusciante. No defraudó, pero pudo estar aún mejor si tan sólo lo hubieran estirado media hora o tres cuartos.
Lo mejor de todo, aparte por supuesto de la compañía, el ambiente de macroconcierto, desde las 7 de la tarde. Eso es impagable. Me encanta la música en directo.